Ademas de los dulces, los que me conocen saben que me encanta cocinar en la casa. Siempre ando probando nuevas recetas, o nuevas técnicas para hacer recetas antiguas, y así fue como “descobri” esa salsa de tomate, que gano mi corazón y ahora es mi salsa favorita de toda la vida!
Aqui en Chile hay temporada de tomates, lo que significa que hay meses en que el tomate esta muy caro y hay otros en que el tomate es muy barato. Una buena manera de ahorrar dinero es aprovechar cuando los tomates están baratos, comprar muchos y con buenas técnicas, transformarlos en una salsa natural y mucho mas sana. Yo siempre compro muchos tomates, los ocupo hasta que estén muy maduros, en ese punto horneo todo y dale salsa de tomate casera para la casa.
Para esa salsa, no necesitaras un tipo especifico de tomate, es para hacer con lo que haya de mejor en el dia y en el mercado, a mi me gusta hacer con variedades distintas porque se ve lindo, pero sea libre para explorar con las variedades que quieras.
Salsa de Tomate
Rendimiento: 500g de salsa lista / Tiempo Preparación: 15 min. / Tiempo Total: 1h20min.
Ingredientes:
- 1,5kg de tomates maduros
- 1/2 cebolla morada
- 2 cucharas soperas de aceite de oliva
- tomillo y oregano frescos
- sal y pimienta a gusto
- 1 cuchara sopera de azúcar rubia
- 2 cucharitas de vinagre de manzana
Preparación:
Pre calentar el horno a 180ºC.
Cortar los tomates en trozos grandes (cuartos o rodajas) y la cebolla en fitas, esparcir sobre una bandeja de horno y esparcir las hierbas sobre todo. Regar con el aceite de oliva y sazonar con sal y pimienta a gusto.
Hornear por aproximadamente 50-60 minutos (depende del horno), o hasta que los tomates estén dorados con las puntas quemadas. Sacar del horno, dejar enfriar por 10 minutos.
Batir todo en la licuadora, o en una procesadora de alimentos, hasta obtener una pasta lisa y gruesa. Transferir para una olla, agregar el azúcar, el vinagre y dejar hervir a fuego medio por 2 minutos, ajustar la sal si necesario y apagar el fuego.
Dejar enfriar y guardar en recipientes limpios, en el refrigerador. O hacer porciones y congelar, así podrás descongelar solo cuando necesites.
Esa salsa queda exquisita porque tiene un sabor muy diferente de las salsas de tomate convencionales, un sabor quemado/tostado. El color no es rojo, si no que un naranjo intenso y vivo.
Aun esa semana, ocuparé esa salsa de tomate en una riquísima Shakshuka que voy enseñar en el blog! Ojalá te guste y hagas esa receta en tu casa, si la haces, acuérdate de compartir una foto en instagram con el hashtag #thinkingsweet! ❤